Decir no,

es crecer. Parece re cualquiera, pero no te das una idea de lo que creces diciendo NO. Cuesta muchisimo, como cuesta todo crecimiento; pero qué bien hace sentir una vez logrado!. Estoy logrando no volver a caer en el jueguito sin fin, en el circulo vicioso de aparecer y desaparecer de manera directamente proporcional a lo solos que nos podemos llegar a sentir. No voy a negar que pudo haber sido una buena compañía, pero va a venir una mejor. Y si no viene una mejor, no importa; conmigo me alcanzo, soy suficientemente buena para acompañarme.